TEORÍA DEL FLUJO
La teoría del flujo propuesta por Mihaly Csikszentmihalyi establece, entre otras cosas, una relación entre las propias habilidades y el desafío de la tarea, que puede conducir a un estado que Csikszentmihalyi llama flujo, un estado que podría llamarse también plenitud.
Flujo y habilidades
Debe existir un equilibrio entre las habilidades y los desafíos planteados, es decir, si a una persona se le plantean unos desafíos difíciles de resolver para la persona puede producir estrés en la persona por no ser capaz de resolver la tarea. Las personas que son capaces de establecer un equilibrio entre las habilidades y los desafíos son capaces de involucrarse mejor en la tarea aparece un desafío importante que pone nuestras capacidades al máximo, al entrar en juego nuestras habilidades tomamos cierto control de la situación y la ansiedad desaparece para finalmente entrar en un estado de fluidez.
Estado de Flujo
Para ser capaces de llegar a un estado de fluidez tenemos que:
ü Establecer metas claras, debemos saber el fin al que queremos llegar.
ü Tener un feedback seguido de las acciones. El entorno debe reforzar positivamente la tarea que estamos haciendo. Hacer una tarea y que no sea reforzada por el entorno puede parecer que no es provechosa o que lo estás haciendo mal. Lo mejor sería realizar un auto-feedback y realizar trabajos creativos sin tener que recibir un refuerzo positivo de los demás.
ü Establecer un balance entre los desafíos y las habilidades. En el estado de flujo, sentimos que con nuestras habilidades somos capaces de realizar la tarea. Cuando sentimos que los desafíos son demasiado altos para nuestras habilidades, o que nuestro potencial es mayor que las oportunidades para expresarlo aparece frustración o estrés.
ü La concentración y la acción es muy importante en el estado de flujo, nuestra concentración está enfocada en lo que hacemos. Una mente unificada es requerida para el ajuste cercano entre los desafíos y las destrezas, y se hace posible por la claridad de las metas y la constante disponibilidad de feedback.
ü Debe desaparecer el miedo al fracaso. En el estado de flujo, estamos demasiado envueltos como para estar preocupados por el fracaso.
ü Se distorsiona el sentido del tiempo. Nos olvidamos del tiempo y las horas pueden pasar en lo que parecen ser unos pocos minutos.
ü La actividad se vuelve un fin en sí misma. Realizamos actividades no solamente porque nos gusta, sino para alcanzar una meta que nos hemos propuesto. En muchos sentidos, el secreto para la felicidad es aprender a obtener el flujo de casi todo lo que hacemos, incluyendo el trabajo y las labores familiares. Si casi todo lo que hacemos vale la pena hacerlo por sí mismo, entonces no hay nada desperdiciado en la vida.
Flujo y felicidad
A mayor flujo que experimentemos en la vida diaria, más probable es que nos sintamos felices en general.
El vínculo entre el flujo y la felicidad depende de si la actividad productora de flujo es compleja, si conduce a nuevos desafíos y de esta manera al crecimiento personal y cultural.
¿Qué relación tiene la Teoría del Flujo y la Terapia Ocupacional?
El Modelo Canadiense de Desempeño Ocupacional define la “ocupación como flujo”, como una de las características de la ocupación, y describe, al igual que Whalen (1997), que debe existir un equilibrio entre las demandas de la ocupación y las habilidades de la persona para lograr un óptimo desempeño.
Csikszentmihalyi a hecho un gran aporte de conocimientos sobre el uso terapéutico de las ocupaciones para promover un estado de salud favorable, bienestar y satisfacción personal.
Por tanto, los Terapeutas Ocupacionales podemos influir en la producción de estados de Flujo en nuestras intervenciones, para asegurar el involucramiento de los usuarios al tratamiento con el fin de maximizar su potencial y mejorar el desempeño ocupacional en el caso de que hubiese algún déficit.
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