APROXIMACIÓN CONCEPTUAL AL ANÁLISIS DEL FUNCIONAMIENTO OCUPACIONAL
¿Qué es la Terapia Ocupacional?
¿Es lo mismo Análisis del funcionamiento ocupacional que evaluación ocupacional?
La evaluación ocupacional se podría definir como un procedimiento de adquisición exhaustiva y sistemática de información a través del cual se interpretan diversos componentes de la faceta ocupacional del sujeto evaluado. La evaluación comienza en el mismo momento en que se recibe la derivación del paciente al servicio de T.O.
La evaluación inicial sirve para recoger toda la información disponible procedente de las diferentes fuentes para elaborar una construcción hipotética de la problemática del paciente, que debe ser concreta y específica. Dicha evaluación proporciona al terapeuta ocupacional, si el paciente se beneficiará o no de la intervención, así como la posibilidad de comenzar a establecer una relación terapéutica y de incitar al interés y a la cooperación del paciente. Y por último, proporciona gran cantidad de datos que nos permiten acercarnos al origen de la problemática del paciente.
Los principales objetivos de la evaluación son:
ü La planificación del tratamiento
ü La planificación del alta
ü Realización de seguimientos
ü Peritaje
El razonamiento clínico, nos permite realizar un informe escrito, mediante los datos preliminares obtenidos en la evaluación ocupacional, eligiendo las pruebas adecuadas, y evaluando los resultados de estas pruebas. Por último, se generan hipótesis intercambiando la sujeción con otros contextos relevantes.
La actuación, se produce con la elección de un modelo de práctica, con el cual, identificaremos los factores que causan el problema, y el problema en sí. Una vez localizado estudiaremos la severidad a la que afecta a la función, y determinaremos el objetivo del tratamiento por prioridades; adaptación en todos sus ámbitos, así como la instauración de habilidades, o bien la reducción del problema.
Por último, para el seguimiento de la evaluación deberemos determinar el nivel de funcionamiento ocupacional, que dicha persona podrá realizar; las adaptaciones que necesitará, la ayuda y el tipo de ayuda, y en que medida podrá realizar ciertos roles a lo largo del tiempo.
Diagnóstico ocupacional (Rogers y Holm, 1991, 1997)
El razonamiento diagnóstico en Terapia Ocupacional permite el establecimiento de relaciones entre las alteraciones del desempeño ocupacional de las actividades en las distintas áreas ocupacionales y las condiciones hipotéticas subyacentes a tales alteraciones (Rogers y Holm (1991). Este diagnostico presenta 4 partes de las cuales las dos primeras ofrecen una visión de conjunto de la dificultad subyacente en el usuario. Esta estructura propuesta por Rogers & Holm, consta de un Componente descriptivo y un Componente explicativo que serán los pilares en la definición de este diagnostico ocupacional. Las dos últimas partes se denominan indicadores e información diagnóstica i adicional, sirven como complemento en este modelo de diagnóstico, pero no por ellos se las considera de menor importancia.
Evaluación ocupacional (Ottenbacher y Christiansen, 1997)
Para llegar a un bienestar personal hay que observar todos los factores intrínsecos y extrínsecos. De eso depende la propia identidad personal, los roles de la persona, sus tareas y acciones. Determinando así el grado de rendimiento ocupacional.
En el diagnóstico ocupacional nos centraríamos en observar los puntos fuertes y los débiles e identificar cómo y cuánto difiere el patrón de desarrollo esperado. Así, como la identificación del perfil ocupacional, pronóstico, estrategias espontáneas, planteamiento de objetivos, estrategias de intervención, y estudiar la repercusión del diagnóstico.
Para llevar a cabo un análisis del funcionamiento ocupacional hay que observar diferentes aspectos del paciente:
ü El rendimiento en las ocupaciones: en las ABVD, AIVD, actividades escolares, laborales, juego, ocio y de participación social.
ü Habilidades funcionales: habilidades motoras, procesuales y de comunicación e interacción.
ü Patrones funcionales: hábitos, rutinas y roles.
ü Contextos: cultural, físico, social, personal…
ü Características del paciente: funciones corporales, estructuras corporales.
Disfunción ocupacional Vs equilibrio ocupacional
La disfunción ocupacional se podría definir como la “inhabilidad para comprometerse en uno o más de los roles que son importantes para el paciente en la forma en la que quiere involucrarse”. Law (1998)
Para que haya un equilibrio ocupacional es necesario que la identidad de la persona tenga un equilibrio en las áreas ocupacionales, en sus roles, y que sus componentes ocupacionales estén también equilibrados para conseguir un estilo de vida saludable. Para no desencadenar un desequilibrio ocupacional, la identidad de la persona debe de estar bien desarrollada, este concepto de identidad personal posee muchas vertientes y muchos puntos de vista, en los diferentes autoras y autores.
Consideraremos estos aspectos en la disfunción ocupacional; pruebas estandarizadas, baremadas, capacidad real y percibida, aspectos cuantitativos y cualitativos, diagnóstico ocupacional, así como el marco teórico y el modelo conceptual. Y sobretodo hay que tener muy en cuenta la opinión del paciente, escuchándolo a todo momento y teniendo en cuenta sus valoraciones personales.
Además puede haber diferentes tipos de motivación: de logro, de filiación, o de poder. Y dependiendo de la persona tendrá una, otra o varias. Necesitando así, la conducta intencional, la voluntad, la motivación y la conducta intencional (la conciencia, ser consciente de querer hacer algo). El paciente debe sentirse competente y estar apoyado por la autoestima y el autoconcepto.
Por último, la distinción entre la evaluación ocupacional y el análisis del funcionamiento ocupacional (parte de la evaluación ocupacional) que detecta el problema, y la causa de éste, así como la dinámica en la intervención, y sobre todo a la causa de la disfunción ocupacional.
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