viernes, 27 de mayo de 2011

QUINTA EVIDENCIA

INDICE DE BARTHEL


El índice de Barthel es un instrumento que mide la capacidad de una persona para realizar diez actividades de la vida diaria (AVD), consideradas como básicas, obteniéndose una estimación cuantitativa de su grado de independencia.


El índice de Barthel, también conocido como “Índice de Discapacidad
de Maryland”, se define como: “Medida genérica que valora el nivel de independencia del paciente con respecto a la realización de algunas actividades de la vida diaria (AVD), mediante la cual se asignan diferentes puntuaciones y ponderaciones según la capacidad del sujeto examinado para llevar a cabo estas actividades”


Los valores asignados a cada actividad se basan en el tiempo y cantidad de ayuda física requerida si el paciente no puede realizar dicha actividad. El crédito completo no se otorga para una actividad si el paciente necesita ayuda y/o supervisión mínima uniforme; por ejemplo, si él no puede realizar con seguridad la actividad sin alguien presente.


Las condiciones ambientales pueden afectar la puntuación en el índice de Barthel del paciente; si él tiene requerimientos especiales para realizar sus AVD en el hogar (con excepción de adaptaciones generales), su puntuación será baja cuando éste no pueda realizarlas. Los ejemplos son: barandales en ambos lados, pasillos y puertas amplias para el acceso de sillas de ruedas, cuartos en el mismo nivel, barras o agarraderas en el cuarto de baño, en tina e inodoro. Para ser más valiosa la evaluación, una explicación de los requisitos ambientales especiales debe acompañar el índice de Barthel de cada paciente cuando éstos estén indicados.


El índice de Barthel de cada paciente se evalúa al principio y durante el tratamiento de rehabilitación, así como al momento del alta (máximo avance). De esta manera, es posible determinar cuál es el estado funcional del paciente y cómo ha progresado hacia la independencia. La carencia de mejoría de acuerdo al índice de Barthel después de un periodo de tiempo razonable en el tratamiento indica generalmente un potencial pobre para la rehabilitación.



EJEMPLO INDICE DE BARTHEL

J.M es un hombre de 47 años de edad, que sufrió una caída cuando bajaba las escaleras en su lugar de trabajo. El suelo estaba húmedo y J.M resbaló, cayendo hacia el lado derecho. Como mecanismo de protección, extendió el brazo derecho lo que le produjo una fractura colles. Fue trasladado a urgencias, donde se le realizó una radriografía donde se le confirmó la fractura. El traumatólogo se la redujo manualmente y colocó un yeso antebraquial que dejaba libre los dedos, y que debía mantener durante seis semanas. El paciente fue dado de alta del servicio de urgencias. Puesto que existía comunicación fluida entre los servicios de traumatología y los servicios de rehabilitación, el paciente fue remitido al servicio de Terapia Ocupacional, después de reducir la fractura para iniciar un tratamiento precoz, con el objetivo general de maximizar la funcionalidad durante el periodo de inmovilización, controlar el edema y mantener la movilidad de las articulaciones no inmovilizadas.


Antes de la intervención:



Puntuación 70

Su incapacidad funcional, antes de la intervención, a la hora de realizar las actividades de la vida diaria es leve


Después de la intervención:



Puntuación 100

Después de la intervención J.M es totalmente independiente

CUARTA EVIDENCIA

ANÁLISIS DE LA ACTIVIDAD


La actividad es concebida por la Terapia Ocupacional como la base de nuestro trabajo y como el método utilizado para conseguir la recuperación o mejora de las habilidades de nuestros pacientes, por lo que tiene que adecuarse a la capacidad del sujeto y tiene que significar y ser importante para el mismo.


El objetivo del análisis de la actividad es averiguar si la actividad es adecuada para el paciente y si mediante su realización se pueden conseguir mejores resultados. Si la actividad es adecuada, con el tiempo se realizará más rápidamente y se obtendrán mejores resultados. La actividad puede ir siendo modificada por el terapeuta para adaptarla al grado de dificultad requerido con el fin de aumentar la mejora en el individuo. 



Cuando un terapeuta ocupacional escoge una actividad como tratamiento, tiene que tener previo conocimiento de las habilidades y de las necesidades de su paciente al igual que tiene que conocer el potencial terapéutico de la actividad.
Un buen terapeuta tiene que ser capaz de analizar las actividades que utiliza como tratamiento y de identificar las tareas que contiene la actividad, cómo se pueden desarrollar, cuáles son las habilidades necesarias para su desarrollo...

Los objetivos del análisis de la actividad son:



    ü  Observar y comprender los elementos, tareas y secuencias que forman una actividad completa.



    ü  Determinar un uso potencial de la actividad como un medio de tratamiento.


    ü  Establecer viabilidad y valorar las necesidades del servicio en términos de costes, tiempo para preparar la actividad y conseguir los resultados, requisitos de salud y seguridad, materiales, espacios y experiencia del personal disponible.


    ü  Valorar los niveles requeridos de ejecución para determinar las destrezas necesarias para la ejecución de la actividad.



    ü  Dividir la actividad en tareas para analizar la tarea y decidir si es necesario hacer cambios.



    ü  Identificar los componentes más requeridos para diseñar las tareas y actividades específicas.


    ü  Identificar el potencial de modificación de la actividad y considerar las áreas funcionales necesarias para la ejecución de la actividad, las habilidades  y las limitaciones del individuo.


    La clasificación de las actividades es la siguiente:



    ü  Activas o pasivas.



    ü  Individuales o grupales.



    ü  Según  la categoría ocupacional a la que pertenecen (auto cuidado, trabajo y ocio).



    ü  En relación con la edad a la que se asocia o la más propicia para su ejecución.



    ü  Según los niveles de desarrollo.



    ü  Si requiere más recursos físicos, mentales, habilidades sociales, etc.



    ü  Estructuradas o desestructuradas.



    ü  Orientadas a la tarea o hacia aspectos socio emocionales.


    ü  En función de los componentes socio-culturales.



Según Turner (2002) dentro del análisis complejo existen varios métodos de análisis detallados de la actividad en función de los diferentes tipos de habilidades relacionadas con su ejecución, de las secuencias y componentes necesarios o de las demandas de la actividad.


EJEMPLO ANALISIS DE UNA ACTIVIDAD


Actividad: cepillarse los dientes


SECCIÓN 1. RESUMEN DE LA ACTIVIDAD

àNombre y breve descripción de la actividad
Lavarse los dientes. La actividad consiste en mantenimiento de la higiene bucal, mediante el cepillado diario de los dientes.

àSecuencia de los pasos principales

1.                      Mojar el cepillo con agua.
2.                      Extender la pasta de dientes sobre el cepillo.
3.                      Se vuelve a mojar el cepillo con la pasta de dientes con agua.
4.                      Frotar los dientes en sentido vertical.
5.                      Expulsar la pasta de dientes de la boca.
6.                      Enjuagarse la boca con agua.
7.                      Secarse la boca con una toalla.

àPrecauciones
No tragar la pasta de dientes. No cepillar con demasiada fuerza para evitar el sangrado de las encías.

àConsideraciones especiales (edad apropiada, requisitos educativos, relevancia cultural, identificación de género, otros)
La edad más apropiada para que un niño se empiece a lavar los dientes está establecida entre los 3-4 años. Es importante que los padres enseñen a los niños a cepillarse los dientes con esa edad. Esta actividad es tanto para niños como para niñas.


àDemandas de la actividad:
1. Objetos y sus propiedades (herramientas, equipo,…)

            - Cepillo: Para poder  frotar los dientes.

            - Pasta: Para extenderla sobre el cepillo.

            - Agua: Para enjuagarnos la boca.

            - Toalla: Para secarnos la boca.

2. Demandas del espacio (tamaño, iluminación, ruedo, temperatura….)
El tamaño de la habitación es indiferente para desarrollar esta actividad.es conveniente tener un espejo para comprobar que los dientes están limpios. Se necesita una buena iluminación para poder realizarla y una temperatura normal.

3. Demandas sociales
Es agradable ver a una persona con los dientes blancos, síntoma de que esa persona cuida su higiene personal.


SECCIÓN 2. ANÁLISIS DEL RENDIMIENTO EN LAS DISTINTAS ÁREAS:
-         
        -   ABVD: Higiene y cuidado personal.

SECCIÓN 3. ANÁLISIS DE LAS DESTREZAS DE DESEMPEÑO Y LOS FACTORES DEL CLIENTE.

Destrezas motoras.

-            Postura: Bipedestación, equilibrio.

-            Movilidad: alcanzar cepillo de dientes y la pasta de dientes.

-            Fuerza y Resistencia: Agarrar el cepillo de dientes con la fuerza necesaria  y mantenerlo sostenido durante el tiempo que dura el cepillado para que no se nos caiga el cepillo al suelo.


Destrezas del proceso.

-            Conocimiento: Elige y maneja adecuadamente el cepillo de dientes.

-            Organización temporal: Sigue una secuencia ordenada desde que coge le cepillo y le echa el agua hasta que se seca la boca.

-            Energía: Mantiene un ritmo constante a la hora del frotado dental.


Factores del paciente.

-            Funciones mentales especificas: Atención, memoria y psicomotricidad.

-            Funciones sensoriales: Vista y tacto.

-            Funciones neuromusculares: los músculos utilizados son: braquiorradial y palmar largo, flexor radial del carpo, flexor superficial de los dedos, pronador cuadrado, m.oponente del pulgar, m.aductor del pulgar y m.lumbrical de la mano.





  

TERCERA EVIDENCIA

MODELOS DEL FUNCIONAMIENTO OCUPACIONAL DE TROMBLY


Este modelo, trata de explicar el funcionamiento ocupacional, cuales son las etapas que conducen a la ocupación y la utilidad de la ocupación, a través, de sus tres fundamentos conceptuales:


ü  Jerarquía del funcionamiento ocupacional


ü  La ocupación como fin


ü  La ocupación como medio


Trombly, describe el concepto central del modelo, funcionamiento ocupacional, a través de ocho niveles jerárquicos de funcionamiento:


ü  Un sentido de competencia y autoestima


ü  Implicación en roles vitales


ü  Tareas


ü  Actividades


ü  Habilidades


ü  Capacidades desarrolladas


ü  Capacidades del primer nivel


ü  Sustratos orgánicos (cognitivos, neuromusculares y dotación genética).


Los roles, los agrupa en tres dominios:


ü  Desarrollo y mantenimiento del yo


ü  Fomento o productividad del yo


ü  Mejora del yo


Que relaciona con las clásicas  áreas ocupacionales (automantenimiento, productivas, recreativas), conformadas por tareas y pequeñas  unidades de conductas, que para llevarlas a cabo, se debe contar, con ciertas habilidades, sensoromotoras, cognitivas, perceptuales, emocionales y sociales, las cuales, se desarrollan, a partir de la práctica y la maduración, y dependen del nivel inicial y del sustrato orgánico o dotación genética


Una vez definido el funcionamiento ocupacional, Trombly, propone dos formas de considerar la ocupación:

ü  Ocupación como fin


ü  Ocupación como medio


La ocupación como fin, la equipara con los tres niveles superiores de su jerarquía

ü  Roles

ü  Tareas

ü  Actividades


A este tipo de ocupación, la considera:


ü  Propositiva, porque, permite a la persona organizar su conducta, sus horarios, poner en orden su vida.


ü  Significativa, porque, son importantes para el sujeto.


A su vez, a la ocupación como medio la considera como agente que propicia el cambio o la recuperación de un déficit.

Este modelo considera que todas las ocupaciones deben ser analizadas para asegurar que estén dentro del rango de capacidades  del sujeto, quien es consciente del propósito de la actividad y ocupación dada.

SEGUNDA EVIDENCIA

APROXIMACIÓN CONCEPTUAL AL ANÁLISIS DEL FUNCIONAMIENTO OCUPACIONAL


¿Qué es la Terapia Ocupacional?



¿Es lo mismo Análisis del funcionamiento ocupacional que evaluación ocupacional?
La evaluación ocupacional se podría definir como un procedimiento de adquisición exhaustiva y sistemática de información a través del cual se interpretan diversos componentes de la faceta ocupacional del sujeto evaluado. La evaluación comienza en el mismo momento en que se recibe la derivación del paciente al servicio de T.O.

La evaluación inicial sirve para recoger toda la información disponible procedente de las diferentes fuentes para elaborar una construcción hipotética de la problemática del paciente, que debe ser concreta y específica. Dicha evaluación proporciona al terapeuta ocupacional, si el paciente se beneficiará o no de la intervención, así como la posibilidad de comenzar a establecer una relación terapéutica y de incitar al interés y a la cooperación del paciente. Y por último, proporciona gran cantidad de datos que nos permiten acercarnos al origen de la problemática del paciente.
Los principales objetivos de la evaluación son:
   ü  La planificación del tratamiento


   ü  La planificación del alta


   ü  Realización de seguimientos

            ü Peritaje



El razonamiento clínico, nos permite realizar un informe escrito, mediante los datos preliminares obtenidos en la evaluación ocupacional, eligiendo las pruebas adecuadas, y evaluando los resultados de estas pruebas. Por último, se generan hipótesis intercambiando la sujeción con otros contextos relevantes.


La actuación, se produce con la elección de un modelo de práctica, con el cual, identificaremos los factores que causan el problema, y el problema en sí. Una vez localizado estudiaremos la severidad a la que afecta a la función, y determinaremos el objetivo del tratamiento por prioridades; adaptación en todos sus ámbitos, así como la instauración de habilidades, o bien la reducción del problema.

               
Por último, para el seguimiento de la evaluación deberemos determinar el nivel de funcionamiento ocupacional, que dicha persona podrá realizar; las adaptaciones que necesitará, la ayuda y el tipo de ayuda, y en que medida podrá realizar ciertos roles a lo largo del tiempo.

Diagnóstico ocupacional (Rogers y Holm, 1991, 1997)
El razonamiento diagnóstico en Terapia Ocupacional permite el establecimiento de relaciones entre las alteraciones del desempeño ocupacional de las actividades en las distintas áreas ocupacionales y las condiciones hipotéticas subyacentes a tales alteraciones (Rogers y Holm (1991). Este diagnostico presenta 4 partes de las cuales las dos primeras ofrecen una visión de conjunto de la dificultad subyacente en el usuario. Esta estructura propuesta por Rogers & Holm, consta de un  Componente descriptivo y un Componente explicativo que serán los pilares en la definición de este diagnostico ocupacional. Las dos últimas partes se denominan indicadores e información diagnóstica i adicional, sirven como complemento en este modelo de diagnóstico, pero no por ellos se las considera de menor importancia.

Evaluación ocupacional (Ottenbacher y Christiansen, 1997)
Para llegar a un bienestar personal hay que observar todos los factores intrínsecos y extrínsecos.  De eso depende la propia identidad personal, los roles de la persona, sus tareas y acciones. Determinando así el grado de rendimiento ocupacional.
En el diagnóstico ocupacional nos centraríamos en observar los puntos fuertes y los débiles e identificar cómo y cuánto difiere el patrón de desarrollo esperado. Así, como la identificación del perfil ocupacional, pronóstico, estrategias espontáneas, planteamiento de objetivos, estrategias de intervención, y estudiar la repercusión del diagnóstico.
Para llevar a cabo un análisis del funcionamiento ocupacional hay que observar diferentes aspectos del paciente:

ü  El rendimiento en las ocupaciones: en las ABVD, AIVD, actividades escolares, laborales, juego, ocio y de participación social.

ü  Habilidades funcionales: habilidades motoras, procesuales y de comunicación e interacción.

ü  Patrones  funcionales: hábitos, rutinas y roles.

ü  Contextos: cultural, físico, social, personal…

ü  Características del paciente: funciones corporales, estructuras corporales.

Disfunción ocupacional  Vs  equilibrio ocupacional
La disfunción ocupacional se podría definir como la “inhabilidad para comprometerse en uno o más de los roles que son importantes para el paciente en la forma en la que quiere involucrarse”. Law (1998)
Para que haya un equilibrio ocupacional es necesario que la identidad de la persona tenga un equilibrio en las áreas ocupacionales, en sus roles, y que sus componentes ocupacionales estén también equilibrados para conseguir un estilo de vida saludable. Para no desencadenar  un desequilibrio ocupacional, la identidad de la persona debe de estar bien desarrollada, este concepto de identidad personal posee muchas vertientes y muchos puntos de vista, en los diferentes autoras y autores.

Consideraremos estos aspectos en la disfunción ocupacional; pruebas estandarizadas, baremadas, capacidad real y percibida, aspectos cuantitativos y cualitativos, diagnóstico ocupacional, así como el marco teórico y el modelo conceptual. Y sobretodo hay que tener muy en cuenta la opinión del paciente, escuchándolo a todo momento y teniendo en cuenta sus valoraciones personales.

Además puede haber diferentes tipos de motivación: de logro, de filiación, o de poder. Y dependiendo de la persona tendrá una, otra o varias. Necesitando así, la conducta intencional, la voluntad, la motivación y la conducta intencional (la conciencia, ser consciente de querer hacer algo). El paciente debe sentirse competente y estar apoyado por la autoestima y el autoconcepto.

Por último, la distinción entre la evaluación ocupacional y el análisis del funcionamiento ocupacional (parte de la evaluación ocupacional) que detecta el problema, y la causa de éste, así como la dinámica en la intervención, y sobre todo a la causa de la disfunción ocupacional.